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Ezequiel 16:20-33 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

20. "Tomaste además a tus hijos y a tus hijas que habías dado a luz para Mí, y se los sacrificaste como alimento. ¿Acaso eran poca cosa tus prostituciones,

21. para que mataras a Mis hijos y se los ofrecieras a los ídolos, haciéndolos pasar por fuego ?

22. Y en todas tus abominaciones y prostituciones no te acordaste de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta y revolcándote en tu sangre.

23. Y después de toda tu maldad ('¡Ay, ay de ti!' declara el Señor Dios,)

24. te edificaste un santuario y te hiciste un lugar alto en todas las plazas.

25. En toda cabecera de camino te edificaste tu lugar alto, e hiciste abominable tu hermosura. Te entregaste a todo el que pasaba y multiplicaste tu prostitución.

26. También te prostituiste a los Egipcios, tus vecinos de cuerpos robustos, y multiplicaste tu prostitución para provocarme a ira.

27. Y Yo extendí Mi mano contra ti y disminuí tus raciones. Y te entregué al deseo de las que te odiaban, las hijas de los Filisteos, que se avergonzaban de tu conducta deshonesta.

28. Además, te prostituiste a los Asirios porque no te habías saciado; te prostituiste a ellos y ni aun entonces te saciaste.

29. También multiplicaste tu prostitución en la tierra de los mercaderes, Caldea, y ni aun con esto te saciaste."'"

30. "¡Qué débil es tu corazón," declara el Señor Dios, "cuando haces todas estas cosas, las acciones de una ramera desvergonzada!

31. Cuando edificaste tu santuario en toda cabecera de camino y te hiciste tu lugar alto en cada plaza, al despreciar la paga, no eras como la ramera.

32. ¡Mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a extraños!

33. A todas las rameras les dan regalos, pero tú dabas regalos a todos tus amantes y los sobornabas para que vinieran a ti de todas partes para tus prostituciones.

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