2. Porque si te niegas a dejarlos ir y los sigues deteniendo,
3. entonces la mano del Señor vendrá con gravísima pestilencia sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacas y sobre las ovejas.
4. Pero el Señor hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto, y nada perecerá de todo lo que pertenece a los Israelitas."'"
5. Y el Señor fijó un plazo definido y dijo: "Mañana el Señor hará esto en la tierra."
6. El Señor hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto. Pero de los ganados de los Israelitas, ni un solo animal murió.
7. Faraón envió a ver, y ni un solo animal de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció y no dejó ir al pueblo.
8. Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón: "Tomen puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo en presencia de Faraón.
9. El hollín se convertirá en polvo fino sobre toda la tierra de Egipto, y producirá tumores que resultarán en úlceras en los hombres y en los animales, por toda la tierra de Egipto."
10. Tomaron, pues, hollín de un horno, y se presentaron delante de Faraón, y Moisés lo arrojó hacia el cielo, y produjo tumores que resultaron en úlceras en los hombres y en los animales.
11. Y los magos (sacerdotes adivinos) no podían estar delante de Moisés a causa de los tumores, pues los tumores estaban tanto en los magos como en todos los Egipcios.