Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Éxodo 32:9-20 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

9. El Señor dijo además a Moisés: "He visto a este pueblo, y ciertamente es un pueblo terco.

10. Ahora pues, déjame, para que se encienda Mi ira contra ellos y los consuma. Pero de ti Yo haré una gran nación."

11. Entonces Moisés suplicó ante el Señor su Dios, y dijo: "Oh Señor, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?

12. ¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: 'Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la superficie de la tierra'? Vuélvete del ardor de Tu ira, y desiste de hacer daño a Tu pueblo.

13. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, Tus siervos, a quienes juraste por Ti mismo, y les dijiste: 'Yo multiplicaré la descendencia de ustedes como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a sus descendientes, y ellos la heredarán para siempre.'"

14. Y el Señor desistió de hacer el daño que había dicho que haría a Su pueblo.

15. Entonces se volvió Moisés y descendió del monte con las dos tablas del testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados. Por uno y por el otro estaban escritas.

16. Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

17. Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento."

18. Pero él respondió: "No es ruido de gritos de victoria, Ni es ruido de lamentos de derrota; Sino que oigo voces de canto."

19. Tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas. Se encendió la ira de Moisés, arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte.

20. Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los Israelitas la bebieran.

Leer capítulo completo Éxodo 32