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Éxodo 32:7-22 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

7. Entonces el Señor habló a Moisés: "Desciende pronto, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido.

8. Bien pronto se han desviado del camino que Yo les mandé. Se han hecho un becerro de fundición y lo han adorado, le han ofrecido sacrificios y han dicho: 'Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto.'"

9. El Señor dijo además a Moisés: "He visto a este pueblo, y ciertamente es un pueblo terco.

10. Ahora pues, déjame, para que se encienda Mi ira contra ellos y los consuma. Pero de ti Yo haré una gran nación."

11. Entonces Moisés suplicó ante el Señor su Dios, y dijo: "Oh Señor, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?

12. ¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: 'Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la superficie de la tierra'? Vuélvete del ardor de Tu ira, y desiste de hacer daño a Tu pueblo.

13. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, Tus siervos, a quienes juraste por Ti mismo, y les dijiste: 'Yo multiplicaré la descendencia de ustedes como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a sus descendientes, y ellos la heredarán para siempre.'"

14. Y el Señor desistió de hacer el daño que había dicho que haría a Su pueblo.

15. Entonces se volvió Moisés y descendió del monte con las dos tablas del testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados. Por uno y por el otro estaban escritas.

16. Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

17. Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento."

18. Pero él respondió: "No es ruido de gritos de victoria, Ni es ruido de lamentos de derrota; Sino que oigo voces de canto."

19. Tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas. Se encendió la ira de Moisés, arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte.

20. Y tomando el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo y lo esparció sobre el agua, e hizo que los Israelitas la bebieran.

21. Entonces dijo Moisés a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?"

22. "No se encienda la ira de mi señor," respondió Aarón; "tú conoces al pueblo, que es propenso al mal.

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