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Esdras 8:21-34 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

21. Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de El un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones.

22. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropas y hombres de a caballo para protegernos del enemigo en el camino, pues habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios es propicia para con todos los que Lo buscan, pero Su poder y Su ira contra todos los que Lo abandonan."

23. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios acerca de esto, y El escuchó nuestra súplica.

24. Entonces aparté a doce de los sacerdotes principales, a Serebías, a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos.

25. Les pesé la plata, el oro y los utensilios, la ofrenda para la casa de nuestro Dios que habían ofrecido el rey, sus consejeros, sus príncipes y todo Israel que allí estaba.

26. Pesé, pues, y entregué en sus manos 22.1 toneladas de plata, y utensilios de plata que valían 3.4 toneladas, y 3.4 toneladas de oro;

27. también veinte tazas de oro que pesaban 8.5 kilos (mil dáricos), y dos utensilios de fino y reluciente bronce, valiosos como el oro.

28. Y les dije: "Ustedes están consagrados al Señor, y los utensilios son sagrados. La plata y el oro son ofrenda voluntaria al Señor, Dios de sus padres.

29. Vigilen y guárdenlos hasta que los pesen delante de los principales sacerdotes, los Levitas y los jefes de casas paternas de Israel en Jerusalén, en las cámaras de la casa del Señor."

30. Así que los sacerdotes y los Levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios ya pesados, para traerlos a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.

31. Partimos del río Ahava el día doce del mes primero para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y de las emboscadas en el camino.

32. Llegamos a Jerusalén y nos quedamos allí tres días.

33. Y al cuarto día la plata y el oro y los utensilios fueron pesados en la casa de nuestro Dios y entregados en mano de Meremot, hijo del sacerdote Urías, y con él estaba Eleazar, hijo de Finees; y con ellos estaban los Levitas Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binúi.

34. Todo fue contado y pesado, y todo el peso fue anotado en aquel tiempo.

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