29. Doce meses después, paseándose por la azotea del palacio real de Babilonia,
30. el rey reflexionó, y dijo: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?"
31. Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: "Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado,