Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Daniel 2:20-36 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

20. y dijo: "Sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos, Porque la sabiduría y el poder son de El.

21. El es quien cambia los tiempos y las edades; Quita reyes y pone reyes. Da sabiduría a los sabios, Y conocimiento a los entendidos.

22. El es quien revela lo profundo y lo escondido. Conoce lo que está en tinieblas, Y la luz mora con El.

23. A ti, Dios de mis padres, yo doy gracias y alabo, Porque me has dado sabiduría y poder, Y ahora me has revelado lo que Te habíamos pedido, Pues nos has dado a conocer el asunto del rey."

24. Después fue Daniel adonde estaba Arioc, a quien el rey había designado para dar muerte a los sabios de Babilonia. Fue y le habló así: "No des muerte a los sabios de Babilonia. Llévame ante el rey, y declararé al rey la interpretación."

25. Entonces Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey, y le dijo así: "He hallado a un hombre entre los deportados de Judá que dará a conocer al rey la interpretación."

26. El rey le preguntó a Daniel, a quien llamaban Beltsasar: "¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que he visto y su interpretación?"

27. Daniel respondió ante el rey, y dijo: "En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos (sacerdotes adivinos) ni adivinos que puedan declararlo al rey.

28. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y El ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Su sueño y las visiones que usted ha tenido en su cama eran éstos:

29. A usted, oh rey, en su cama le surgieron pensamientos sobre lo que habrá de suceder en el futuro, y el que revela los misterios le ha dado a conocer lo que sucederá.

30. En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga más sabiduría que cualquier otro viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación, y para que usted entienda los pensamientos de su corazón.

31. "Usted, oh rey, tuvo una visión en la que había una gran estatua. Esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de usted y su aspecto era terrible.

32. La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce,

33. sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro.

34. La estuvo mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó.

35. Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro. Quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.

36. "Este es el sueño. Ahora diremos ante el rey su interpretación.

Leer capítulo completo Daniel 2