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Daniel 10:1-8 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

1. En el tercer año de Ciro, rey de Persia, un mensaje fue revelado a Daniel, a quien llamaban Beltsasar. El mensaje era verdadero y acerca de un gran conflicto; él comprendió el mensaje y tuvo entendimiento de la visión.

2. En aquellos días, yo, Daniel, había estado en duelo durante tres semanas completas.

3. No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.

4. Y el día veinticuatro del primer mes, estando yo junto a la orilla del gran río, es decir, el Tigris,

5. alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz.

6. Su cuerpo era como de berilo, su rostro tenía la apariencia de un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y pies como el brillo del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.

7. Y sólo yo, Daniel, vi la visión. Los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse.

8. Me quedé solo viendo esta gran visión. No me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.

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