Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Samuel 19:4-10 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

4. Y el rey con su rostro cubierto, clamaba en alta voz: "¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!"

5. Entonces Joab entró en la casa del rey, y dijo: "Hoy usted ha cubierto de vergüenza el rostro de todos sus siervos que han salvado hoy su vida, la vida de sus hijos e hijas, la vida de sus mujeres y la vida de sus concubinas,

6. al amar a aquéllos que lo odian y al odiar a aquéllos que lo aman. Pues hoy ha demostrado que príncipes y siervos no son nada para usted; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces usted estaría complacido.

7. Ahora pues, levántese, salga y hable bondadosamente a sus siervos, porque juro por el Señor que si no sale, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche con usted, y esto le será peor que todo el mal que ha venido sobre usted desde su juventud hasta ahora."

8. Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: "Miren, el rey está sentado a la puerta," entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero los de Israel habían huido, cada uno a su tienda.

9. Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: "El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los Filisteos, pero ahora ha huido de la tierra por causa de Absalón.

10. Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardan silencio respecto a restaurar al rey?"

Leer capítulo completo 2 Samuel 19