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2 Samuel 19:21-37 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

21. Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió: "¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del Señor?"

22. Entonces David dijo: "¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia, para que en este día me sean adversarios? ¿Ha de morir hoy hombre alguno en Israel? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel?"

23. Y el rey dijo a Simei: "No morirás." Así el rey se lo juró.

24. También Mefiboset, nieto de Saúl, descendió al encuentro del rey; y no se había aseado los pies, ni recortado el bigote, ni lavado la ropa, desde el día en que el rey se marchó hasta el día en que volvió en paz.

25. Y cuando vino de Jerusalén al encuentro del rey, éste le dijo: "¿Por qué no fuiste conmigo, Mefiboset?"

26. Y él respondió: "Oh rey, señor mío, mi siervo me engañó; pues su siervo se dijo: 'Me aparejaré un asno para montar en él e ir con el rey,' porque su siervo es cojo.

27. Además, ha calumniado a su siervo ante mi señor el rey; pero mi señor el rey es como el ángel de Dios; haga, pues, lo que le parezca bien.

28. Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey. Con todo, puso a su siervo entre los que comían a su propia mesa. ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme más al rey?"

29. Y el rey le dijo: "¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido: 'Tú y Siba se repartirán las tierras.'"

30. "Que él las tome todas, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su propia casa," dijo Mefiboset al rey.

31. Barzilai el Galaadita también había descendido de Rogelim, y había cruzado el Jordán con el rey para despedirlo en el Jordán.

32. Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientras éste permanecía en Mahanaim, porque era hombre muy poderoso.

33. Y el rey dijo a Barzilai: "Pasa conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén."

34. Pero Barzilai respondió al rey: "¿Cuánto tiempo me queda de vida para que yo suba con el rey a Jerusalén?

35. Ahora tengo ochenta años. ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede su siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras? ¿Por qué, pues, ha de ser su siervo otra carga más para mi señor el rey?

36. Su siervo no haría más que pasar el Jordán con el rey. ¿Por qué ha de concederme el rey esta recompensa?

37. Permita que su siervo vuelva, para morir en mi ciudad junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Sin embargo, aquí tiene a su siervo Quimam; que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que le parezca bien."

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