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2 Samuel 15:19-32 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

19. Y el rey dijo a Itai el Geteo: "¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey, porque eres un extranjero y también un desterrado; regresa a tu lugar.

20. Llegaste apenas ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad."

21. Pero Itai respondió al rey: "Vive el Señor y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará su siervo."

22. Entonces David dijo a Itai: "Ve y pasa adelante." Así Itai el Geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que estaban con él.

23. Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente Cedrón, y todo el pueblo pasó en dirección al desierto.

24. Y Sadoc pasó también, y todos los Levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después que había terminado de pasar todo el pueblo que salía de la ciudad.

25. Entonces el rey dijo a Sadoc: "Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos del Señor, El me hará volver y me mostrará tanto el arca como Su morada.

26. Pero si El dijera así: 'No me complazco en ti,' mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca."

27. También el rey David dijo al sacerdote Sadoc: "¿No eres vidente? Regresa en paz a la ciudad, y con ustedes sus dos hijos, tu hijo Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar.

28. Miren, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra de ustedes para informarme."

29. Sadoc y Abiatar hicieron volver el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allí.

30. David subía a la cuesta del Monte de los Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Entonces todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.

31. Alguien dio aviso a David: "Ahitofel está entre los conspiradores con Absalón." Y David dijo: "Oh Señor, Te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel."

32. Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, Husai el Arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.

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