Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 4:8-16 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

8. Un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella lo persuadió a que comiera. Y sucedía que siempre que pasaba, entraba allí a comer.

9. Y ella dijo a su marido: "Ahora entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es un santo hombre de Dios.

10. Te ruego que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero; y cuando venga a nosotros, se podrá retirar allí."

11. Y un día que Eliseo vino por allí, se retiró al aposento alto y allí se acostó.

12. Después dijo a Giezi su criado: "Llama a esta Sunamita." Y cuando la llamó, ella se presentó delante de él.

13. Entonces Eliseo le dijo a Giezi: "Dile ahora: 'Ya que te has preocupado por nosotros con todo este cuidado, ¿qué puedo hacer por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al jefe del ejército?'" Y ella respondió: "Yo vivo en medio de mi pueblo."

14. Eliseo entonces preguntó: "¿Qué, pues, se puede hacer por ella?" Y Giezi respondió: "En verdad ella no tiene ningún hijo y su marido es viejo."

15. Y Eliseo dijo: "Llámala." Cuando él la llamó, ella se detuvo a la entrada.

16. Entonces Eliseo le dijo: "Por este tiempo, el año que viene, abrazarás un hijo." Y ella dijo: "No, señor mío, hombre de Dios, no engañe usted a su sierva."

Leer capítulo completo 2 Reyes 4