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2 Reyes 4:27-32 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

27. Pero cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se abrazó de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: "Déjala, porque su alma está angustiada y el Señor me lo ha ocultado y no me lo ha revelado."

28. Entonces ella dijo: "¿Acaso pedí un hijo a mi señor? ¿No dije: 'No me engañe usted?'"

29. Entonces Eliseo dijo a Giezi: "Prepárate, toma mi báculo en tu mano, y vete. Si encuentras a alguien, no lo saludes, y si alguien te saluda, no le respondas, y pon mi báculo sobre el rostro del niño."

30. Y la madre del niño dijo: "Vive el Señor y vive su alma, que no me apartaré de usted." Entonces Eliseo se levantó y la siguió.

31. Y Giezi se adelantó a ellos y puso el báculo sobre el rostro del niño, pero no hubo voz ni reacción. Así que volvió para encontrar a Eliseo, y le dijo: "El niño no ha despertado."

32. Cuando Eliseo entró en la casa, el niño ya estaba muerto, tendido sobre su cama.

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