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2 Reyes 23:13-27 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

13. El rey también profanó los lugares altos que estaban frente a Jerusalén, los que estaban a la derecha del monte de destrucción, que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, abominación de los Sidonios, y a Quemos, abominación de los Moabitas, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas.

14. Asimismo hizo pedazos los pilares sagrados , derribó las Aseras y llenó sus lugares con huesos humanos.

15. Además, derribó el altar que estaba en Betel y el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel, o sea, derribó también aquel altar y el lugar alto, destruyó sus piedras, las redujo a polvo y quemó la Asera.

16. Al regresar, Josías vio los sepulcros que estaban allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y los quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del Señor que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.

17. Entonces dijo: "¿Qué monumento es éste que veo?" Y los hombres de la ciudad le dijeron: "Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel."

18. Y él dijo: "Déjenlo en paz; que nadie moleste sus huesos." Así dejaron sus huesos intactos con los huesos del profeta que vino de Samaria.

19. Josías quitó también todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel provocando a ira al Señor. Les hizo tal y como había hecho en Betel.

20. Y mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que estaban allí, y quemó huesos humanos sobre ellos. Y regresó a Jerusalén.

21. Entonces el rey ordenó a todo el pueblo: "Celebren la Pascua al Señor su Dios como está escrito en este Libro del Pacto."

22. En verdad que tal Pascua no se había celebrado desde los días de los jueces que gobernaban a Israel, ni en ninguno de los días de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

23. Sólo en el año dieciocho del rey Josías fue celebrada esta Pascua al Señor en Jerusalén.

24. Josías también quitó a los adivinos y a los espiritistas, los ídolos domésticos y los otros ídolos, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, con el fin de confirmar las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa del Señor.

25. Y antes de él no hubo rey como él que se volviera al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés, ni otro como él se levantó después de él.

26. Sin embargo, el Señor no desistió del furor de Su gran ira, ya que ardía Su ira contra Judá a causa de todas las provocaciones con que Manasés Lo había provocado.

27. Y el Señor dijo: "También quitaré a Judá de Mi presencia, como he quitado a Israel. Y desecharé a esta ciudad que Yo había escogido, a Jerusalén, y al templo del cual dije: 'Mi nombre estará allí.'"

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