Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 18:26-30 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

26. Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: "Le rogamos que hable a sus siervos en Arameo, porque nosotros lo entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla."

27. Pero el Rabsaces les dijo: "¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras sólo a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, condenados a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?"

28. El Rabsaces se puso en pie, gritó a gran voz en la lengua de Judá, y dijo: "Escuchen la palabra del gran rey, el rey de Asiria.

29. Así dice el rey: 'Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar de mi mano;

30. ni que Ezequías les haga confiar en el Señor, diciendo: "Ciertamente el Señor nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'"

Leer capítulo completo 2 Reyes 18