35. Después subirán tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá."
36. Y Benaía, hijo de Joiada, respondió al rey: "¡Amén! Así lo diga también el Señor, el Dios de mi señor el rey.
37. Como el Señor ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David."
38. Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los Cereteos y los Peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.
39. El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la tienda y ungió a Salomón. Entonces tocaron trompeta, y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey Salomón!"
40. Luego todo el pueblo subió tras él. El pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía con su sonido.
41. Y lo oyó Adonías y todos los invitados que estaban con él cuando habían terminado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: "¿Por qué hace la ciudad tal alboroto?"
42. Estaba aún hablando, cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. Y Adonías le dijo: "Entra, pues tú eres hombre valiente y traerás buenas noticias."