Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 1:31-40 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

31. Betsabé se inclinó rostro en tierra, se postró ante el rey y dijo: "Viva para siempre mi señor el rey David."

32. Entonces el rey David dijo: "Llamen al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada." Ellos entraron a la presencia del rey,

33. y el rey les dijo: "Tomen con ustedes a los siervos de su señor, hagan montar a mi hijo Salomón en mi propia mula y llévenlo a Gihón.

34. Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y toquen trompeta y digan: '¡Viva el rey Salomón!'

35. Después subirán tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá."

36. Y Benaía, hijo de Joiada, respondió al rey: "¡Amén! Así lo diga también el Señor, el Dios de mi señor el rey.

37. Como el Señor ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David."

38. Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los Cereteos y los Peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

39. El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la tienda y ungió a Salomón. Entonces tocaron trompeta, y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey Salomón!"

40. Luego todo el pueblo subió tras él. El pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía con su sonido.

Leer capítulo completo 1 Reyes 1