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1 Crónicas 21:4-17 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

4. Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab. Salió, pues, Joab y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén.

5. Y Joab dio a David el total del censo de todo el pueblo. Y en todo Israel había 1,100,000 hombres que sacaban espada; y en Judá había 470,000 hombres que sacaban espada.

6. Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab.

7. También el censo desagradó a Dios, e hirió a Israel.

8. Entonces David dijo a Dios: "He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora Te ruego que quites la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamente."

9. Y el Señor habló a Gad, vidente de David, diciendo:

10. "Ve y dile a David: 'Así dice el Señor: "Te propongo tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que Yo te la haga."'"

11. Entonces vino Gad a David y le dijo: "Así dice el Señor: 'Escoge para ti:

12. tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras te alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del Señor, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del Señor haciendo estragos por todo el territorio de Israel.' Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que Me envió."

13. "Estoy muy angustiado," David respondió a Gad. "Te ruego que me dejes caer en manos del Señor, porque Sus misericordias son muy grandes; pero no caiga yo en manos de hombre."

14. Así que el Señor envió pestilencia sobre Israel, y cayeron 70,000 hombres de Israel.

15. Después Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, el Señor miró y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: "Basta, detén ahora tu mano." Y el ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán el Jebuseo.

16. David alzó sus ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.

17. Y David dijo a Dios: "¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh Señor, Dios mío, Te ruego que Tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra Tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos."

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