54. Cuando Jacobo y Juan, sus discípulos, vieron esto, le preguntaron:—Señor, ¿quieres que mandemos que caiga fuego del cielo y los destruya?
55. Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió.
56. Luego siguieron su camino hacia otro pueblo.
57. Cuando iban por el camino, alguien le dijo:—Te seguiré a dondequiera que vayas.
58. Jesús le respondió:—Las zorras tienen guaridas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene ni donde recostar la cabeza.
59. En otra ocasión, a otro le dijo:—Sígueme.Él le contestó:—Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
60. Jesús le respondió:—Deja que los muertos entierren a sus propios muertos. Tu deber es ir y anunciar el reino de Dios.
61. Otro le dijo:—Señor, yo te seguiré, pero primero déjame ir a despedirme de mi familia.