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Lucas 8:43-56 Nueva Biblia al Día (NBD)

43. Entre la gente había una mujer que estaba enferma desde hacía doce años. Tenía derrames de sangre y nadie había podido sanarla, a pesar de haber gastado cuanto tenía en médicos.

44. Ella se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde del manto. En ese mismo momento quedó sana.

45. Jesús preguntó:—¿Quién me tocó?Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo:—Maestro, es mucha la gente que te aprieta y empuja.

46. Jesús respondió:—Pero alguien me ha tocado; lo sé porque de mí ha salido poder.

47. La mujer, al verse descubierta, fue temblando y se arrojó a los pies de Jesús. Y allí, frente a toda la gente, le contó por qué lo había tocado y cómo en ese mismo momento había quedado sana.

48. Le dijo Jesús:—Hija, tu fe te ha sanado. Vete tranquila.

49. Jesús estaba todavía hablando, cuando llegó alguien de la casa de Jairo, el jefe de la sinagoga, y le dijo:—Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.

50. Jesús, que lo oyó, le dijo a Jairo:—No tengas miedo; nada más cree y ella se sanará.

51. Cuando llegó a la casa de Jairo, sólo permitió que entraran con él Pedro, Juan, Jacobo y el padre y la madre de la niña; y nadie más.

52. Todos estaban llorando y lamentaban la muerte de la niña. Pero Jesús les dijo:—¡No lloren! Ella no está muerta, sino dormida.

53. La gente empezó a burlarse de él, porque sabían que estaba muerta.

54. Pero él la tomó de la mano y le dijo:—¡Niña, levántate!

55. Ella volvió a la vida y al instante se levantó. Entonces Jesús mandó que le dieran de comer.

56. Los padres estaban asombrados, pero él les ordenó que no contaran a nadie lo que había sucedido.

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