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Lucas 8:17-27 Nueva Biblia al Día (NBD)

17. No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni hay nada secreto que no llegue a conocerse públicamente.

18. Por eso, pongan mucha atención, pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, aun lo que cree tener se le quitará».

19. La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no podían acercarse a él porque había mucha gente.

20. Entonces le avisaron:—Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte.

21. Pero él les contestó:—Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.

22. Un día, Jesús subió a una barca con sus discípulos y les dijo:—Vamos al otro lado del lago. Y partieron.

23. Mientras navegaban, él se quedó dormido. Entonces se desató una tormenta sobre el lago, y la barca comenzó a hundirse poniéndolos a ellos en peligro.

24. Los discípulos fueron a despertar a Jesús y lo llamaron a gritos:—¡Maestro, Maestro, nos estamos hundiendo!Él se levantó y ordenó al viento y a las olas que se calmaran. La tormenta se detuvo y todo quedó tranquilo.

25. Después les dijo a sus discípulos:—¿Dónde está la fe de ustedes?Ellos, llenos de temor y asombro, se decían unos a otros: «¿Quién será este hombre que aun los vientos y el mar lo obedecen?»

26. Siguieron navegando hasta la otra orilla del lago, hasta la región de los gerasenos, frente a Galilea.

27. Al bajar Jesús de la barca, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Este hombre desde hacía mucho tiempo andaba desnudo y no vivía en una casa sino en los sepulcros.

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