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Lucas 7:31-43 Nueva Biblia al Día (NBD)

31. «Entonces, ¿con qué compararé a la gente de esta generación? ¿A quién se parecen?

32. Se parecen a los niños que se sientan en la plaza y les gritan a otros niños: “Tocamos la flauta, y ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, y ustedes no lloraron”.

33. Vino Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen que tiene un demonio.

34. Luego vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es un glotón y un borracho, que es amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.

35. Pero la sabiduría se demuestra por los que la siguen».

36. Un fariseo invitó a Jesús a comer. Él fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa.

37. Entonces una mujer que vivía en aquel pueblo y tenía mala fama, se enteró de que Jesús estaba comiendo en aquella casa. La mujer llegó allí con un frasco de alabastro lleno de perfume.

38. Se colocó, llorando, a los pies de Jesús, y con sus lágrimas se los mojaba. Luego se los secaba con sus cabellos, se los besaba y se los ungía con el perfume.

39. Cuando el fariseo que había invitado a Jesús vio esto pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer que tiene mala fama».

40. Entonces Jesús le dijo:—Simón, tengo algo que decirte.Él respondió:—Dime, Maestro.

41. —Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientas monedas de plata, y el otro cincuenta.

42. Como ellos no tenían con qué pagarle, les perdonó a los dos la deuda. Ahora dime, ¿cuál de los dos lo amará más?

43. Simón contestó:—Supongo que el hombre al que más le perdonó.Jesús le dijo:—Haz juzgado bien.

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