11. Pero los discípulos pensaron que lo que ellas decían era una locura y no les creyeron.
12. Sin embargo, Pedro salió corriendo al sepulcro. Al asomarse, sólo vio las vendas de lino. Luego regresó a su casa sorprendido de lo que había sucedido.
13. Ese mismo día, dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén.
14. Iban conversando de todo lo que había pasado.
15. Mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y empezó a caminar con ellos;
16. pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados.
17. Él les preguntó:—¿De qué vienen hablando por el camino?Se detuvieron; tenían los rostros embargados de tristeza.
18. Uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo:—¿Eres tú el único que ha estado en Jerusalén y no se ha enterado de lo que ha pasado en estos días?
19. Él les preguntó:—¿Qué ha pasado?Ellos le respondieron:—Lo de Jesús de Nazaret. Era un profeta poderoso en lo que hacía y decía ante Dios y ante la gente.
20. Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
21. Sin embargo, nosotros teníamos la esperanza de que él sería el libertador de Israel. Pero ya hace tres días que sucedió todo esto.