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Lucas 22:55-71 Nueva Biblia al Día (NBD)

55. Allí, en medio del patio, encendieron una fogata y se sentaron alrededor de ella. Pedro también se sentó con ellos.

56. Una sirvienta, al verlo sentado junto al fuego, se le quedó mirando y dijo:—¡Éste estaba con él!

57. Pero él lo negó, diciendo:—Mujer, yo no lo conozco.

58. Poco después alguien lo vio también y dijo:—Tú también eres uno de ellos.Pedro contestó:—¡No, hombre, no lo soy!

59. Como una hora después, otro insistió diciendo:—Seguro que éste estaba con él, pues es de Galilea.

60. Pedro respondió:—¡Hombre, no sé de qué hablas!Y mientras aun estaba hablando, el gallo cantó.

61. El Señor se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro se acordó de que el Señor le había dicho: “Hoy mismo, antes de que el gallo cante tres veces, dirás que no me conoces”.

62. Y Pedro salió de allí a llorar amargamente.

63. Los hombres que vigilaban a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban.

64. Le vendaron los ojos y luego le decían:—¡Adivina quién te pegó!

65. Y lo insultaban diciéndole muchas otras cosas.

66. Cuando amaneció, se reunieron los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley y llevaron a Jesús ante el Consejo. Entonces le preguntaron:

67. —Dinos, ¿eres tú el Cristo?Jesús les contestó:—Si les dijera que sí, ustedes no me lo creerían.

68. Y si les hiciera preguntas, no me contestarían.

69. Pero de ahora en adelante, el Hijo del hombre, estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso.

70. Todos le preguntaron:—Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios?Él les contestó:—Ustedes mismos lo han dicho.

71. Entonces ellos dijeron:—¿Qué más testigos necesitamos? Ya lo oímos de sus propios labios.

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