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Lucas 19:4-24 Nueva Biblia al Día (NBD)

4. Entonces se adelantó corriendo al lugar por donde Jesús iba a pasar y se subió a un árbol para poder verlo.

5. Cuando Jesús pasaba por ese lugar, miró hacia arriba y le dijo:—Zaqueo, baja en seguida, porque quiero quedarme hoy en tu casa.

6. Zaqueo se bajó a toda prisa y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.

7. Al ver esto, todos empezaron a murmurar:—Se fue a quedar en la casa de un pecador.

8. Zaqueo se levantó y dijo:—Señor, voy a dar la mitad de todo lo que tengo a los pobres. Y si a alguien le he robado, le devolveré cuatro veces lo que le robé.

9. Jesús le dijo:—Hoy, la salvación ha llegado a esta casa, pues este hombre también es uno de los hijos de Abraham.

10. En efecto, el Hijo del hombre, vino a buscar y a salvar a los que se habían perdido.

11. Como Jesús ya estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios comenzaría en ese momento, Jesús les contó una parábola.

12. Les dijo: «Un hombre de la nobleza fue a que lo coronaran rey en un país lejano y después de eso regresaría.

13. Antes de partir, llamó a diez de sus empleados y le entregó a cada uno una buena cantidad de dinero. Les dijo: “Hagan negocio con este dinero hasta que yo vuelva”.

14. Pero la gente de su país lo odiaba y mandaron un grupo de personas tras él para que dijeran: “No queremos que éste sea nuestro rey”.

15. »A pesar de todo, fue coronado rey. Cuando regresó a su país, ordenó llamar a los diez empleados a quienes les había entregado dinero, para ver cuánto habían ganado.

16. El primero se presentó y le dijo: “Señor, su dinero ha ganado diez veces más de lo que usted me dejó”.

17. El rey le respondió: “¡Muy bien, eres un buen empleado! Como has sido fiel en lo poco que te entregué, te nombro gobernador de diez ciudades”.

18. »El segundo se presentó y le dijo: “Señor, su dinero ha ganado cinco veces más de lo que usted me dejó”.

19. El rey le respondió: “A ti te nombro gobernador de cinco ciudades”.

20. »Llegó el otro empleado y dijo: “Señor, aquí está su dinero. Lo envolví en un pañuelo y lo guardé.

21. Tenía miedo porque usted es un hombre muy exigente que recoge lo que no depositó y cosecha lo que no sembró”.

22. Entonces el rey le contestó: “Eres un empleado malo. Con tus mismas palabras te voy a juzgar. Si sabías que soy muy exigente, que recojo lo que no deposité y cosecho lo que no sembré,

23. ¿por qué no depositaste mi dinero en el banco, para que cuando yo regresara ganara los intereses?”

24. Entonces, les dijo a los que estaban allí: “Quítenle el dinero y dénselo al que ganó diez veces más”.

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