1. Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.
2. Les dijo: «En un pueblo había un juez que no temía a Dios ni respetaba a nadie.
3. En ese mismo pueblo vivía una viuda que no se cansaba de decirle: “Hágame usted justicia contra mi enemigo”.
4. Al principio el juez no le hizo caso, pero después de un tiempo pensó: “Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie,
5. esta mujer ya me tiene cansado. Para que me deje tranquilo, le haré justicia”».
6. Y el Señor siguió diciendo: «Piensen en lo que dijo el juez malo.
7. ¿No creen ustedes que Dios hará justicia a los que él ha escogido y que claman a él día y noche? ¿Se tardará él en responderles?
8. Yo les aseguro que él les hará justicia sin tardar. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe en la tierra?»