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Hechos 22:5-16 Nueva Biblia al Día (NBD)

5. El jefe de los sacerdotes y todo el Consejo de ancianos son testigos de que así fue. Ellos mismos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá para traer a Jerusalén a los que encontrara, para que aquí los castigaran.

6. »Pero cuando iba en camino y ya me acercaba a Damasco, como a eso del mediodía, de repente una intensa luz del cielo relampagueó a mi alrededor.

7. Caí al suelo y escuché una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”

8. Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?”Él me contestó: “Yo soy Jesús de Nazaret, al que tú persigues”.

9. »Los que me acompañaban vieron la luz, pero no oyeron la voz que me hablaba.

10. Le pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?”El Señor dijo: “Levántate, y entra en Damasco. Allí te dirán todo lo que tienes que hacer.”

11. »Mis compañeros me llevaron de la mano hasta Damasco, porque la intensa luz me había dejado ciego.

12. Allí, vino a verme un hombre llamado Ananías, que obedecía la ley y a quien respetaban los judíos de Damasco.

13. Él se puso a mi lado y me dijo: “Hermano Saulo, ¡recibe la vista!”. Y en aquel mismo instante recobré la vista y pude verlo.

14. Luego me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas sus planes, y veas al Justo y oigas las palabras de su boca.

15. Tú serás su testigo ante todo el mundo de lo que has visto y oído.

16. No hay tiempo que perder. Levántate, bautízate, y lávate de tus pecados invocando su nombre”.

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