Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:4-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

4. Antes, perseguía hasta la muerte a los seguidores de este Camino, los arrestaba y los metía en la cárcel sin importarme si eran hombres o mujeres.

5. El jefe de los sacerdotes y todo el Consejo de ancianos son testigos de que así fue. Ellos mismos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá para traer a Jerusalén a los que encontrara, para que aquí los castigaran.

6. »Pero cuando iba en camino y ya me acercaba a Damasco, como a eso del mediodía, de repente una intensa luz del cielo relampagueó a mi alrededor.

7. Caí al suelo y escuché una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”

8. Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?”Él me contestó: “Yo soy Jesús de Nazaret, al que tú persigues”.

9. »Los que me acompañaban vieron la luz, pero no oyeron la voz que me hablaba.

10. Le pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?”El Señor dijo: “Levántate, y entra en Damasco. Allí te dirán todo lo que tienes que hacer.”

11. »Mis compañeros me llevaron de la mano hasta Damasco, porque la intensa luz me había dejado ciego.

12. Allí, vino a verme un hombre llamado Ananías, que obedecía la ley y a quien respetaban los judíos de Damasco.

13. Él se puso a mi lado y me dijo: “Hermano Saulo, ¡recibe la vista!”. Y en aquel mismo instante recobré la vista y pude verlo.

14. Luego me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas sus planes, y veas al Justo y oigas las palabras de su boca.

Leer capítulo completo Hechos 22