1. Al director musical. Sígase la tonada de «La muerte del hijo». Salmo de David.¡Oh SEÑOR, te alabaré con todo el corazón, y le contaré a todo el mundo las maravillas que haces!
2. Me alegraré, sí; por ti estaré lleno de gozo. Cantaré tus alabanzas, oh Altísimo.
3. Mis enemigos retrocederán y perecerán en tu presencia;
4. tú me has vindicado; has respaldado mis acciones, declarándolas buenas desde tu trono.
5. Has reprendido a las naciones y destruido a los malvados, borrando para siempre sus nombres.
6. Oh enemigos tuyos: condenados están para siempre. El SEÑOR destruirá sus ciudades; aun el recuerdo de ellas desaparecerá.
7. Pero el SEÑOR reina eternamente; está sentado en su trono para juzgar. Él juzgará rectamente al mundo; gobernará a las naciones con igualdad.