7. Así, cada generación ha podido obedecer sus leyes y poner nuevamente su esperanza en Dios y no olvidarse de sus gloriosos milagros.
8. No tenían que ser como sus padres: tercos, rebeldes, infieles, que no quieren entregarle a Dios su corazón.
9. Los guerreros de Efraín, aunque bien armados, volvieron las espaldas y huyeron al llegar el día de la batalla,
10. porque no cumplieron el pacto con Dios y no obedecían sus leyes.
11. Se olvidaron de lo que él había hecho, los admirables milagros que él les había mostrado,