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Salmos 68:10-30 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. En esta tierra habitó tu pueblo que en tu bondad, oh Dios, le diste al pobre. El SEÑOR anuncia victoria, y millares de mujeres proclaman las buenas nuevas.

12. Los reyes enemigos y sus tropas huyen; mientras las mujeres de Israel se reparten el botín.

13. Aunque viven entre los rebaños, ahora están cubiertas con oro y plata, como las palomas están cubiertas con sus alas.

14. Dios esparció a los reyes enemigos como los copos de nieve que van cayendo sobre la cumbre del monte Zalmón.

15. ¡Oh grandes montes de Basán! ¡Montes de Basán, montes escarpados!

16. ¿Por qué montes escarpados miran con envidia al monte Sión, donde al SEÑOR le place estar, donde el SEÑOR habitará por siempre?

17. Rodeado de carros que se cuentan por millares; el SEÑOR viene del monte Sinaí para entrar en su santo templo.

18. Subiste a lo alto, llevando muchos cautivos contigo. Recibiste obsequios de los hombres aun de los que una vez fueron rebeldes. Dios habitará aquí entre nosotros.

19. ¡Alabado sea el SEÑOR, alabado sea nuestro Dios y Salvador! Porque día tras día nos lleva cargados en sus brazos.

20. Él nos libera. Nos rescata de la muerte.

21. Pero Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, destrozará el cráneo de los que aman vivir pecando.

22. El SEÑOR nos dice: «A mis enemigos los regresaré de Basán; de las profundidades del mar los haré volver».

23. Tú, pueblo mío, empaparás tus pies en la sangre de tus enemigos; aun los perros al lamerla tendrán su parte.

24. Tu procesión puede verse, oh Dios, la procesión de mi Dios y rey ha entrado en el santuario:

25. al frente, los cantores; siguen los músicos; y en medio van doncellas tocando el tamboril.

26. «Que todo el pueblo de Israel alabe al SEÑOR, alaben a Dios los descendientes de Israel».

27. La joven tribu de Benjamín va a la cabeza; los príncipes y ancianos de Judá, y los príncipes de Zabulón y Neftalí vienen detrás.

28. Reúne tu potencia, exhibe tu poder pues has realizado tales proezas para beneficio nuestro.

29. Los reyes de la tierra traen sus ofrendas a tu templo de Jerusalén.

30. Reprende a nuestros enemigos; SEÑOR. Reprende a estas naciones enemigas, a estas bestias acechando entre los juncos, a esta manada de toros entre naciones que parecen débiles becerros. Humíllalas hasta que te lleven tributo de barras de plata. Dispersa a las naciones que se deleitan en la guerra.

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