Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 39:10-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

10. »SEÑOR, no me hieras más; agotado estoy bajo tu mano.

11. Cuando lo castigas por sus pecados, el ser humano queda destruido, pues es tan frágil como trapo roído de polilla; sí, la existencia humana es como un soplo.

12. »¡Escucha mi plegaria, SEÑOR; escucha mi clamor! No te quedes indiferente a mis lágrimas, porque soy huésped tuyo, soy viajero que pasa por la tierra, como lo fueron todos mis antepasados.

13. »¡Dame respiro, SEÑOR! Deja que me restablezca y sonría otra vez antes que muera».

Leer capítulo completo Salmos 39