Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 31:2-14 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. Respóndeme pronto cuando a ti clamo; inclina tu oído y escucha el susurro de mi súplica. Sé para mí la gran roca que me protege de mis enemigos.

3. Sí, tú eres mi roca y mi fortaleza; honra el nombre tuyo sacándome de este peligro.

4. Líbrame de la trampa que mis enemigos han armado para mí. Porque sólo en ti hallo protección.

5. En tus manos encomiendo mi espíritu. Tú, el Dios que cumple sus promesas, me has rescatado.

6. Odio a los que adoran ídolos sin valor; yo confío en el SEÑOR.

7. Irradio gozo por tu misericordia; porque me has escuchado en mis tribulaciones y has visto las crisis de mi espíritu.

8. No me entregaste a mi enemigo sino que me pusiste en un lugar seguro.

9. ¡SEÑOR, apiádate de mí en mi angustia! Tengo los ojos enrojecidos de llorar; el dolor ha quebrantado mi salud.

10. Me va consumiendo la pena; mis años se han acortado, agotados por la tristeza. Mi desgracia ha acabado con mi fuerza. Me estoy acabando por dentro.

11. Todos mis enemigos se burlan, mis vecinos me desprecian y mis amigos tienen miedo de acercárseme. Temen toparse conmigo; vuelven la vista cuando yo paso.

12. Me han echado al olvido como a un muerto, como a vasija rota y desechada.

13. Son muchos los rumores que he oído acerca de mí, y estoy rodeado de terror. Se han confabulado contra mí mis enemigos, porque traman quitarme la vida.

14. Pero yo confío en ti, SEÑOR y digo: Tú eres mi Dios.

Leer capítulo completo Salmos 31