1. Salmo de David.Te imploro que me ayudes, SEÑOR, porque tú eres mi roca de salvación. Si no quieres responderme y guardas silencio, ¡prefiero mejor la muerte que la vida!
2. SEÑOR, alzo mis manos hacia tu santuario e imploro tu ayuda. ¡Ay, escucha mi clamor!
3. No me arrastres junto con todos los malvados que hablan amablemente a su prójimo mientras planean maldad en sus corazones.
4. Dales el castigo que tan merecido tienen. Que el castigo corresponda a su maldad. Castiga todas sus perversidades. Dales una probada de lo que ellos le han hecho a otros.
5. A ellos nada les importa lo que el SEÑOR ha hecho o ha creado; por lo tanto, los derribará y nunca jamás se levantarán de su ruina.