21. Sálvame de las fauces de estos leones y de los cuernos de estos toros salvajes.
22. Ante todos mis hermanos te alabaré; me levantaré ante la congregación y daré testimonio de las maravillas que has hecho.
23. «Alaben al SEÑOR, los que le temen», diré yo; ¡Hónrenlo descendientes de Jacob! ¡Adórenlo descendientes de Israel!
24. Porque no ha desdeñado mi clamor ni mi profunda desesperación; no me ha vuelto la espalda ni se ha alejado. Cuando clamé a él, me escuchó y acudió.
25. Me levantaré y te alabaré delante de todo el pueblo. Públicamente cumpliré mis votos en presencia de cuantos te adoran.
26. Los pobres comerán y se saciarán; cuantos busquen al SEÑOR lo hallarán. De gozo constante tendrán lleno el corazón.
27. Todos en esta tierra lo verán y se volverán al SEÑOR. Y la gente de todas las naciones lo adorará.
28. Porque del SEÑOR es el reino y él gobierna sobre las naciones.
29. Los ricos de la tierra festejarán y le adorarán, todo mortal nacido para morir, se postrará ante él y lo adorará.
30. También nuestros hijos le servirán, porque de nuestros labios oirán las maravillas del SEÑOR.
31. Generaciones no nacidas aún oirán las maravillas que Dios hizo por nosotros.