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Salmos 19:8-13 Nueva Biblia al Día (NBD)

8. Las normas del SEÑOR son justas: traen alegría al corazón. Los mandamientos del SEÑOR son claros: dan luz a los ojos.

9. El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre. Los decretos del SEÑOR son verdaderos y justos.

10. Son más deseables que el oro, más que el oro refinado. Son más dulces que la miel que destiló del panal.

11. Porque ellos advierten al que las oye y hacen triunfar a quienes las obedecen.

12. Pero, ¿cómo podré yo saber qué pecados acechan en mi corazón?

13. Purifícame de esas faltas que me son ocultas, y líbrame de cometer maldades voluntariamente; ayúdame para que ellas no me dominen. Sólo así podré estar libre de culpa y de multiplicar mis pecados.

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