48. Él me rescata de mis enemigos. Me exalta sobre ellos. Me guarda de tan poderosos adversarios.
49. Por eso, SEÑOR, te alabaré entre las naciones.
50. Muchas veces me has librado milagrosamente, a mí, el rey que has elegido. Has sido amoroso y bueno para conmigo y lo serás para con mis descendientes.