1. Salmo de David.¡Pronto, SEÑOR, respóndeme! Porque a ti he orado. ¡Escúchame cuando clamo a ti pidiéndote ayuda!
2. Que suba a tu presencia mi oración como una ofrenda de incienso; que hacia ti levante mis manos como un sacrificio vespertino.
3. Ayúdame, SEÑOR, a mantener cerrada mi boca y sellados mis labios.
4. No me dejes desear cosas malas, ni que participe en hechos malvados; no me dejes compartir banquetes con los que hacen mal.