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Salmos 139:7-18 Nueva Biblia al Día (NBD)

7. ¡Jamás podré alejarme de tu Espíritu! ¡Jamás podré huir de su presencia!

8. Si me voy al cielo, allí estás tú. Si desciendo al lugar de los muertos, allí estás.

9. Si cabalgo en los vientos matutinos y habito en los lejanos océanos,

10. aun allí me guiará tu mano, tu fuerza me sostendrá.

11. Puedo pedirle a las tinieblas que me oculten; y a la luz que me rodea que se haga noche.

12. Pero aun en las tinieblas no puedo ocultarme de ti; para ti la noche es tan brillante como el día. Para ti son lo mismo las tinieblas que la luz.

13. Tú hiciste todas las delicadas partes internas de mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre.

14. ¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien.

15. Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado.

16. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.

17. ¡Cuán preciosos son los pensamientos que tienes de mí, oh Dios! ¡Son innumerables!

18. No puedo contarlos, superan en número a los granos de arena. Y cuando despierto en la mañana, tú todavía estás conmigo.

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