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Salmos 119:94-108 Nueva Biblia al Día (NBD)

94. Tuyo soy; ¡sálvame, porque he procurado vivir de acuerdo a tus mandamientos!

95. Aunque los malvados se oculten por el camino para matarme, yo tranquilamente meditaré en tus decretos.

96. Aun la perfección tiene sus límites, pero tus mandamientos no tienen límites.

97. ¡Oh, cuánto amo tu ley! Pienso en ella todo el día.

98. Me hace más sabio que mis enemigos, porque es mi constante gota.

99. Sí, tengo más entendimiento que mis maestros, porque siempre medito en tus normas.

100. Soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tus mandamientos.

101. He rehusado seguir la senda del mal porque permaneceré obediente a tu palabra.

102. No, no me he apartado de tus leyes, porque tu me has enseñado bien.

103. Qué dulces son tus palabras a mi paladar; son más dulces que la miel.

104. Por tus mandamientos tengo entendimiento; por eso aborrezco todas las formas equivocadas de vivir.

105. Tu palabra es una lámpara a mis pies, y una luz en mi sendero.

106. Lo prometí una vez y lo prometeré otra vez: que obedeceré tus maravillosas leyes.

107. SEÑOR, he sufrido mucho; devuélveme la vida, tal como me lo prometiste.

108. Acepta la expresión de mi gratitud y enséñame tus leyes.

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