Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:85-102 Nueva Biblia al Día (NBD)

85. Estos orgullosos que detestan tu verdad y tus leyes han cavado profundos pozos para que yo caiga.

86. Todos tus mandamientos son confiables. Protégeme de aquellos que sin razón me persiguen.

87. Casi habían acabado conmigo, y sin embargo me negué a ceder y a desobedecer tus leyes.

88. Por tu gran amor, salva mi vida; entonces podré seguir obedeciendo tus decretos.

89. Tu palabra, SEÑOR, es eterna, y permanece firme en el cielo.

90. Tu fidelidad se extiende a cada generación, y permanece como la tierra que formaste.

91. Tus leyes siguen siendo verdaderas hoy, porque todo está de acuerdo a tus planes.

92. Si tus leyes no hubieran sido mi alegría, la angustia me habría matado.

93. Jamás me olvidaré de tus mandamientos, pues con ellos me has dado vida.

94. Tuyo soy; ¡sálvame, porque he procurado vivir de acuerdo a tus mandamientos!

95. Aunque los malvados se oculten por el camino para matarme, yo tranquilamente meditaré en tus decretos.

96. Aun la perfección tiene sus límites, pero tus mandamientos no tienen límites.

97. ¡Oh, cuánto amo tu ley! Pienso en ella todo el día.

98. Me hace más sabio que mis enemigos, porque es mi constante gota.

99. Sí, tengo más entendimiento que mis maestros, porque siempre medito en tus normas.

100. Soy más sabio que los ancianos, porque he obedecido tus mandamientos.

101. He rehusado seguir la senda del mal porque permaneceré obediente a tu palabra.

102. No, no me he apartado de tus leyes, porque tu me has enseñado bien.

Leer capítulo completo Salmos 119