83. Parezco odre marchito por el humo, agotado de esperar. Pero todavía me aferro a tus leyes y las obedezco.
84. ¿Cuánto tendré que esperar hasta que castigues a quienes me persiguen?
85. Estos orgullosos que detestan tu verdad y tus leyes han cavado profundos pozos para que yo caiga.