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Salmos 119:68-82 Nueva Biblia al Día (NBD)

68. Tú eres bueno y sólo haces el bien; enséñame tus decretos.

69. Los orgullosos han inventado calumnias en mi contra, pero lo cierto es que yo obedezco tus mandamientos de todo corazón.

70. Sus corazones son torpes y necios, pero yo me deleito en tu ley.

71. Me hizo bien haber sido afligido, pues me enseñó a poner atención a tus leyes.

72. Ellas son para mí más valiosas que millones en oro y plata.

73. SEÑOR, tú me hiciste, tú me creaste; dame ahora entendimiento para seguir tus mandamientos.

74. Que todos los que te honran se regocijen al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.

75. SEÑOR, yo sé que tus juicios son justos, y que me disciplinaste porque lo necesitaba.

76. Ahora, que tu gran amor me consuele, tal como lo prometiste a tu siervo.

77. Rodéame de tus tiernas misericordias para que viva. Porque tu ley es mi deleite.

78. Que sean avergonzados los orgullosos, porque mienten acerca de mí. Pero yo meditaré en tus mandamientos.

79. Que me reconcilie con todos los que te temen y conocen tus normas.

80. Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos, para que yo no sea avergonzado.

81. Esperando tu salvación se me va la vida; pero he puesto mi esperanza en tu palabra.

82. Mis ojos se esfuerzan por ver cumplidas tus promesas. ¿Cuándo me consolarás?

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