32. Si tú me ayudas; correré para seguir tus mandamientos.
33. Enséñame, SEÑOR, a seguir cada uno de tus decretos.
34. Dame entendimiento y obedeceré tu ley; y la cumpliré con todo mi corazón.
35. Haz que yo ande por la senda de tus mandamientos, porque es ahí donde encuentro la felicidad.
36. ¡Ayúdame a preferir tus decretos y a no amar el dinero!
37. Aparta mi vista de las cosas sin valor, y dame vida conforme a tu palabra.
38. Confírmame tu promesa, que es para aquellos que te honran.
39. Ayúdame a dejar mis vergonzosos caminos; porque tus leyes son todo lo que quiero en la vida.
40. ¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu justicia.
41. SEÑOR, dame tu gran amor y la salvación que me prometiste.