170. Escucha mis plegarias. Líbrame como lo prometiste.
171. Que se llenen mis labios de alabanza, pues tú me enseñas tus decretos.
172. Que mi lengua entone un canto a tu palabra, pues todos tus mandamientos son justos.
173. Que estés listo para ayudarme, pues yo he decidido seguir tus mandamientos.
174. Oh SEÑOR, he anhelado tu salvación, y tu ley es mi deleite.
175. Déjame vivir para alabarte; que tus leyes me ayuden.
176. Me he apartado como oveja extraviada; ven y encuéntrame, porque no me he olvidado de tus mandamientos.