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Salmos 119:116-134 Nueva Biblia al Día (NBD)

116. SEÑOR, sóstenme como lo prometiste, y viviré; no defraudes mis esperanzas.

117. Sóstenme, y estaré a salvo; y meditaré en tus decretos continuamente.

118. Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos, porque sólo maquinan falsedad.

119. Tú desechas como escoria a los malvados de la tierra; por eso amo tus decretos.

120. El temor a ti me hace temblar; temo tus juicios.

121. No me abandones en manos de mis enemigos, porque yo he hecho lo recto y justo.

122. Asegura una bendición para mí. No permitas que los orgullosos me opriman.

123. Mis ojos se nublan en espera de tu liberación; en espera del cumplimiento de tu promesa.

124. Soy tu siervo, trátame de acuerdo a tu gran amor; y enséñame tus decretos.

125. Dame entendimiento, soy tu siervo; y así conoceré tus decretos.

126. SEÑOR, ya es tiempo de que actúes. Porque estos malvados han violado tus leyes.

127. Verdaderamente amo tus mandamientos más que el oro finísimo.

128. Toda ley de Dios es recta. Yo detesto toda senda falsa.

129. Tus decretos son maravillosos; con razón los obedezco.

130. La enseñanza de tus palabras dan luz, aun el sencillo puede entenderlas.

131. Jadeante abro la boca porque anhelo tus mandamientos.

132. Ven y ten misericordia de mí como lo haces con quienes aman tu nombre.

133. Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad.

134. Líbrame de la opresión de los malvados; entonces podré obedecer tus mandamientos.

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