1. Amo al SEÑOR; porque él escucha mis plegarias y las contesta.
2. Porque se inclina y escucha, oraré a él mientras tenga aliento.
3. Los lazos de la muerte me enredaron; el terror del sepulcro me sorprendió, solo veía problemas y tristeza.
4. Entonces clamé: «¡SEÑOR, sálvame!»
5. ¡Cuán bondadoso es él! ¡Cuán bueno es! ¡Qué misericordioso es este Dios nuestro!
6. El SEÑOR protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó.