Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 107:25-41 Nueva Biblia al Día (NBD)

25. Habló y se desató un fuerte viento, encresparon las olas.

26. Sus barcos eran lanzados hacia el cielo y volvían a hundirse hacia lo profundo; los navegantes temblaban aterrorizados.

27. Tropezaban y se tambaleaban como ebrios y no hallaban qué hacer.

28. ¡SEÑOR, ayúdanos!, clamaron en su angustia, y él los salvó de su dolor.

29. Cambió la tempestad en brisa, calmó las olas.

30. ¡Qué bendición cuando hubo calma, cuando él los llevó a salvo al puerto!

31. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, y por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!

32. Alábenlo ante la congregación y ante los dirigentes de la nación.

33. Él convirtió los ríos en desierto, y los manantiales en tierra seca;

34. y transformó la tierra fértil en terrenos salitrosos, por la maldad de sus habitantes.

35. Pero también transformó los desiertos en fuentes de aguas, la tierra seca en abundantes manantiales.

36. Lleva a los hambrientos a establecerse allí y a edificar sus ciudades,

37. a cultivar sus campos y plantar sus viñas, y a recoger magníficas cosechas.

38. ¡Cómo los bendice! Allí crían numerosas familias y mucho rebaño ganado.

39. Pero si disminuyen y empobrecen es por la opresión, los problemas y la tristeza.

40. Dios derrama su desprecio sobre los príncipes y los hace vagar si rumbo por los desiertos;

41. pero libra a los pobres de su miseria y hace que sus familias crezcan como rebaño.

Leer capítulo completo Salmos 107