1. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! ¡Qué bueno eres! Tu amor hacia nosotros es eterno.
2. ¿Quién puede proclamar las proezas del SEÑOR, o expresar toda su alabanza?
3. Dichosos los que tratan a los demás con justicia y siempre hacen lo que es justo.
4. Cuando te compadezcas de tu pueblo, acuérdate también de mí, oh SEÑOR, ven a mí con tu salvación.
5. Hazme compartir el bienestar de tus escogidos, participar en la alegría de tu pueblo, y alabarte con aquellos que son tu herencia.
6. Mucho hemos pecado nosotros y nuestros padres; hemos hecho mal y actuado con perversidad.
7. Cuando nuestros antepasados estaban en Egipto, no tomaron en cuenta los milagros del SEÑOR; pronto se olvidaron de sus hechos bondadosos hacia ellos. Por el contrario, se rebelaron contra ti en el Mar Rojo.
8. Pero aun así los salvó para honrar su nombre y mostrar su gran poder.