6. Vestiste la tierra con torrentes de agua que cubrieran las montañas.
7. Pero a tu reprensión huyeron las aguas; ante el estruendo de tu voz se dieron a la fuga.
8. Las montañas salieron y los valles se hundieron hasta el lugar que tú les diste.
9. Luego pusiste límite a los mares, para que nunca más cubrieran la tierra.
10. Tú haces que los manantiales viertan sus aguas en las cañadas, y que los riachuelos fluyan en abundancia desde las montañas.
11. Ellas suministran agua para todos los animales. Allí apagan su sed los burros salvajes,
12. y las aves anidan junto a las corrientes y cantan entre las ramas de los árboles.
13. Desde tu casa en las nubes, envías la lluvia sobre las montañas, y llenas la tierra con el fruto de tu trabajo.
14. Haces que crezca la hierba para el ganado, y las plantas que la gente cultiva para sacar de la tierra su alimento,
15. y vino para alegrarlo, y aceite de oliva como loción para su piel, y pan para fortalecerlo.
16. Los árboles del SEÑOR están bien regados, los cedros del Líbano que él plantó.
17. Allí las aves hacen sus nidos, y en los cipreses tiene su hogar las cigüeñas.
18. En lo alto de los montes hay pasto para las cabras monteses, y en sus rocas hallan refugio los tejones.
19. Él destinó la luna para marcar los meses, y el sol para marcar los días.
20. Tú envías la oscuridad, y cae la noche, y es cuando los animales del bosque salen a buscar su presa.
21. Entonces rugen los leoncillos pidiendo alimento, pero en manos del SEÑOR están.